Arte y ciencia

June 4th at 10:55pm

El arte y la ciencia parecen ser como agua y aceite: dos creaciones del intelecto humano que se desarrollan en forma paralela casi sin mezclarse. En ese sentido, Kimera es una quimera no solo de cuerpo sino de mente: el interés en el arte y la ciencia coexisten en ella en forma natural y se alimentan entre sí. La cazadora del arcoíris se siente tan cómoda describiendo los sentimientos evocados por sus fotografías como la física detrás de los fenómenos ópticos que persigue. El misterio la atrae, pero entenderlo lo hace más bello.

El poeta Keats se lamentaba de que Newton hubiera explicado el arcoíris y con eso destrozado su misterio y atractivo. Hay gente a la que solo le atrae lo que no puede entender. Basta que les digas que hay una explicación para que lo sublime se convierta en prosaico. Admiran a un mago hasta que saben su secreto, luego lo desprecian. [Kimera]

La primer foto que Kimera le describe a Eduardo en la galería parisina es una recreación del cuadro de John Everett Millais, “The Blind Girl” (La Niña Ciega, 1865):

La mariposa a simple vista puede parecer una monarca, como la que utilizó Kimera, pero el primer reporte de una monarca en Inglaterra es de una década posterior a la pintura (parece ser una ortiguera). Un dato curioso es que Millais repintó el arcoíris: ¡luego de exponer la pintura alguien le hizo notar que los colores del primario estaban en el orden equivocado!

El arcoíris podría representar un símbolo de esperanza para la joven mendiga. Pero el hecho de que sea ciega y que el arcoíris solo puede ser visto y no tocado, es una tragedia. Sin embargo, la muchacha parece serena y atenta, concentrada en escuchar los sonidos del campo, en sentir el calor del sol en la cara y en el abrazo de su pequeña hermana. Tal vez por su condición pueda percibir con sus otros sentidos lo que un vidente pasa por alto.

Lo interesante es que es una propiedad de la luz a la cual los seres humanos somos ciegos. ¡Hay tantas cosas en la naturaleza que no podemos experimentar directamente! Pero algunos animales pueden percibir el ultravioleta o el infrarrojo, ondas de infrasonido o ultrasonido, señales eléctricas, el campo magnético terrestre, etcétera. En el fondo, todos somos daltónicos, incluso yo. [Kimera]

La imagen que encabeza este artículo es parte de una pintura de Frederic Edwin Church, “Rainy Season in the Tropics” (1866). Church era un romántico que trataba sobre todo de transmitir la grandeza de la naturaleza y de producir un sentimiento de éxtasis ante ella. Pero aun Kimera tendría que admitir que su pintura del arcoíris es de un detalle exquisito. Church viajó a Sudamérica inspirado por Alexander von Humboldt e incorporó la ciencia de la luz en su romanticismo.

El arcoíris fue la excusa perfecta para unir esos mundos en el libro. El arcoíris sirve de puente entre la cultura humanística y la cultura científica. El escribir este libro me forzó a cruzar el puente partiendo desde la margen científica, donde me siento mucho más cómodo. Pero tal vez esto fue algo de lo que me atrajo de Julio Verne cuando niño, el que podía fundir la belleza de la lógica con la belleza contemplativa.

Ciencia y humanismo han de ser un brazo y no un muro que separa razón y sentimiento. Pablo Serrano (1908-1985)

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